El caso Semenya y el sexador de personas
Durante los pasados campeonatos del Mundo de atletismo en Alemania pasaron muchas cosas importantes. Serán recordados sobre todo por los récords estratosféricos y mesosféricos de Usain Bolt. Que el hombre llegaba a la meta y mientras esperaba a los demás ya se había cortado las uñas de los pies. Pero no sólo de récords mundiales viven los mundiales (valga la redundancia), también ha habido polémicas. Y una de ellas ha sido la duda sobre la sexualidad de la atleta sudafricana de 800 metros lisos: Caster Semenya.
La mujer con el apellido que se usaba en la antigüedad para denominar a los eyaculadores precoces ganó de forma aplastante a sus rivales. Así que dudaron de su sexualidad, parafraseando a la Hora Chanante, vamos, que era una mujer hombruna y cascuda. Uno, al mirarle la musculatura, el pecho y la cara puede llegar a pensar que ahí detrás hay un hombre; pero la cosa sería fácil de comprobar echando un vistazo a la entrepierna después de bajarle los pantalones. Llamadme perspicaz. Total, eso ya lo hacen los curas cuando designan un nuevo Papa. Llega alguien, pasa la mano por debajo y palpa: «Sí, hermanos, habemus Papa… ¡Y qué Papa amiguiiitoss!»
Yo me imagino a la figura del sexador de personas. Deben de tener un tipo en los mundiales de atletismo que sentado en su taburete comprueba si los atletas son del sexo que dicen ser. Van pasando en una fila, se van bajando los pantalones y el hombre va sentenciando: «Chico», «Chico», «Chica», «Chico», «Chica», «Pelos. Por determinar». Todo el día viendo los sexos de los atletas. Solo espero, por el bien del hombre, que todos vayan duchados a la comprobación. Y no después de una carrera de 3000 por ejemplo. No tiene que estar la cosa para estar enseñando nada…
Eso sí, en casos complicados, o en los que estén por determinar porque existe la gente dejada con su mata peluda; no sé si el sexador en cuestión hará como los sexadores de pollos e introducirá un dedo por el ano de los atletas para ir comprobando el sexo. Yo siempre me he preguntado qué verán en los pollos cuando introducen el dedo, pero me dijeron que probara y preferí quedarme con la duda para siempre. Si hay algo así en la federación de atletismo para comprobar el sexo de los atletas no me extraña que corran tanto cuando llegan a la pista. «Bolt, tú imagina que tienes el sexador detrás cuando suene el disparo de la salida» le dice su entrenador. Y récord mundial. Ahí está el secreto del éxito.
Claro que esto ya lo pensó la atleta Semenya cuando dijo: «¿Quieres que te muestre mi sexo?« Que si llega a ser La Veneno quien lo dice seguramente la frase sería de otra manera. O peor, ya se habría bajado los pantalones gritando: «¡Mírame el coññññ.. morenooo!» La atleta tiene más estilo. Es entendible su enfado puesto que para la federación internacional no fue suficiente y le hicieron analisis para comprobar sus niveles de testosterona. Sí, dio más testosterona de la habitual en una mujer, pero diez veces menos que un hombre. La cosa parece clara.
Lo peor, como siempre, ha sido la reacción de la prensa. Sólo les ha faltado llamar Manolo a la pobre mujer. Porque como todos sabemos, siempre que hay una mujer sospechosa de ser hombre se llama Manolo, es una ley escrita a fuego en el imaginario colectivo. El caso ha sido bastante triste y como siempre la presunción de inocencia, o de feminidad, se ha ido al carajo. Si creen que es un hombre, que lo demuestren. Mientras tanto que la dejen en paz con sus marcas y sus medallas.
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[…] de una pasta especial o son sordos. Y ya no digamos los de regional donde si pusieran controles antidopaje os puedo asegurar que más de uno daría positivo por todo lo positivable: en esas ligas lo raro es […]