Cosas que no te gustaría oir en un avión
Como ya he dicho anteriormente en los posts de ayer, mi viaje a Menorca fue tanto de ida como de vuelta en un avión. Ya he hablado un par de veces de viajar en avión en este blog, como por ejemplo en el post «subirse a un avión» y el post «el viaje a Cádiz: el avión». Hoy os voy a comentar las frases que nunca te gustaría escuchar dentro de uno de estos aparatos voladores, yo soy bastante miedoso y la paranoia interior hace que piense en situaciones bastante absurdas pero que a nadie le gustaría vivir.
Por ejemplo, esta frase que no me gustaría escuchar no es del todo mía, ya que la leí en algún lugar pero no recuerdo donde. El caso es que os podéis imaginar el momento apunto del despegue, nervios y tensión en cada uno de los poros de la piel. La gente está inquieta. El avión va a despegar. En ese instante, el piloto se dirige al pasaje: «Hola, les habla el piloto Joaquín Gromenauer. Espero que disfruten de este vuelo tanto como yo, este es mi primer vuelo, no sé muy bien como van estos botoncillos de aquí pero bueno, poco a poco le iré cogiendo el truquillo…». No sé a vosotros, pero a mí me entraría un sudor frío…
Tampoco me gustaría escuchar en mitad de la locución del piloto a personas gritando en árabe, con un considerable enfado. Porque oir de repente al piloto decir: «Nos dirigimos hacia Nueva York, no sé si habrán visto alguna vez el Empire State Building, pero lo podrán apreciar bien de cerca…» Mal rollo. La paranoia en esos momentos puede ser grande si piensas eso dentro de un avión.
Hay cosas desagradables que a nadie le gusta escuchar, pero imaginaros por un momento que tu compañero de asiento de repente te suelta: «Pues pareces apetitoso, si hubieras estado conmigo en los Andes… Agghhhh (al estilo baba de Homer)». Otra vez, mal rollo. Tener un caníbal al lado no puede ser nada recomendable.
De todas formas, creo que los momentos más tensos son cuando habla el piloto, ya que te puede tocar cualquier tarado al lado que te diga cualquier tontería como por ejemplo uno que te diga: «Pues ahora mismo me levantaría, iría a la puerta y la abriría, total mi vida no tiene sentido, la de los demás menos…». Pues claro, a nadie le gustaría saltar succionado por el aire desde un avión, y más sin paracaidas, porque ya me dirás tú, te dan un chaleco salvavidas… ¿Si lo hincho vuelo? ¿Es acaso un airbag que me salvará del suelo? Cohone, ¡darnos un paracaidas!
En fin, a lo que iba; el momento más tenso es el cual el piloto se dirige a los pasajeros. «Hola, bienvenidos, subiremos a una altura de 7000 pies». ¿No lo puede decir en metros? Será para que no te asustes, digo yo. Y luego continua: «Y bienvenidossshhh ¡hip! A estee, el mehooo vuelo de la historia, ¡otra copita azafata! ¡Hip!»
Pero bueno, al fin y al cabo ¿qué son todas estas cosas a cambio de escuchar en el avión durante gran parte del viaje la banda sonora de El Rey León? ¡Estos de Air-Europa habían conseguido más ambiente que en el cumpleaños de mi sobrino de 1 año! Yo creo que es de las cosas que menos te gustaría oir en un avión, aunque peor hubiera sido un reggaeton…
Por ejemplo, esta frase que no me gustaría escuchar no es del todo mía, ya que la leí en algún lugar pero no recuerdo donde. El caso es que os podéis imaginar el momento apunto del despegue, nervios y tensión en cada uno de los poros de la piel. La gente está inquieta. El avión va a despegar. En ese instante, el piloto se dirige al pasaje: «Hola, les habla el piloto Joaquín Gromenauer. Espero que disfruten de este vuelo tanto como yo, este es mi primer vuelo, no sé muy bien como van estos botoncillos de aquí pero bueno, poco a poco le iré cogiendo el truquillo…». No sé a vosotros, pero a mí me entraría un sudor frío…
Tampoco me gustaría escuchar en mitad de la locución del piloto a personas gritando en árabe, con un considerable enfado. Porque oir de repente al piloto decir: «Nos dirigimos hacia Nueva York, no sé si habrán visto alguna vez el Empire State Building, pero lo podrán apreciar bien de cerca…» Mal rollo. La paranoia en esos momentos puede ser grande si piensas eso dentro de un avión.
Hay cosas desagradables que a nadie le gusta escuchar, pero imaginaros por un momento que tu compañero de asiento de repente te suelta: «Pues pareces apetitoso, si hubieras estado conmigo en los Andes… Agghhhh (al estilo baba de Homer)». Otra vez, mal rollo. Tener un caníbal al lado no puede ser nada recomendable.
De todas formas, creo que los momentos más tensos son cuando habla el piloto, ya que te puede tocar cualquier tarado al lado que te diga cualquier tontería como por ejemplo uno que te diga: «Pues ahora mismo me levantaría, iría a la puerta y la abriría, total mi vida no tiene sentido, la de los demás menos…». Pues claro, a nadie le gustaría saltar succionado por el aire desde un avión, y más sin paracaidas, porque ya me dirás tú, te dan un chaleco salvavidas… ¿Si lo hincho vuelo? ¿Es acaso un airbag que me salvará del suelo? Cohone, ¡darnos un paracaidas!
En fin, a lo que iba; el momento más tenso es el cual el piloto se dirige a los pasajeros. «Hola, bienvenidos, subiremos a una altura de 7000 pies». ¿No lo puede decir en metros? Será para que no te asustes, digo yo. Y luego continua: «Y bienvenidossshhh ¡hip! A estee, el mehooo vuelo de la historia, ¡otra copita azafata! ¡Hip!»
Pero bueno, al fin y al cabo ¿qué son todas estas cosas a cambio de escuchar en el avión durante gran parte del viaje la banda sonora de El Rey León? ¡Estos de Air-Europa habían conseguido más ambiente que en el cumpleaños de mi sobrino de 1 año! Yo creo que es de las cosas que menos te gustaría oir en un avión, aunque peor hubiera sido un reggaeton…
Nen, menos mal que no curraste seis meses en la ‘zona de seguridad’ del aeropuerto de Girona-Costa Brava ;D
Entre controladores de tierra que se piraban en avioneta en horas de curro, y acababan colgados en Mallorca porque las condiciones meteorológicas no les dejaron volver a tiempo para fichar, y los del télex y similares que había algún borrachuzo que se encerraba en el despacho para darle al pimple…
Puff, no quiero ni pensarlo… XD
Jajajaja, coincido totalmente.
Y si, despreocupate que hubiese sido muuucho peor un reggeton!!!
Saludos desde argentina!
Maria Jose