La necesidad de inventar palabras nuevas
El diccionario de la lengua está en constante movimiento y cada vez que hay novedades las polémicas se suceden. ¿Hay que escribir sólo o solo? ¿Pero por qué aceptan almóndiga? – Aunque ésta refiera directamente a albóndiga – y múltiples discusiones aquí y allá por las palabras que han aceptado. A más de uno le sangraron los ojos al ver «cederrón» en el diccionario, aunque en la última actualización aceptaron «hacker» sin castellanizarlo a, por ejemplo, jáquer.
Es decir, constantemente hay palabras nuevas pero para mi gusto todas tienen un problema. Son etimológicamente perezosas. Todas están derivadas de otras palabras que ya existen, como por ejemplo audioguía, o por influencias de palabras extranjeras como chaise longue, hacker o coach. Muy aburrido todo. ¿Qué fue de aquellos tiempos en los que inventábamos palabras para definir situaciones completamente nuevas? Era el tiempo del florecimiento del latín, origen de la mayoría de nuestras palabras, y en el que aquellos magníficos prohombres se inventaban y se sacaban de la manga palabras que definían cosas que hasta el momento no habían tenido definición. Qué gozo el nacer y llamarle «mater» a tu madre porque te salió del cordón umbilical.
Pero hoy nos conformamos con el «ya está todo inventado» y para qué complicarnos. Sin embargo tenemos situaciones cotidianas hoy en día que no tienen una definición clara en el diccionario. Si ya hay palabras que definen situaciones que el correccionismo político las está llevando a un sinfín de palabras compuestas y combinadas, para colmo tenemos otras con las que convivimos diariamente que no les hemos puesto una palabra. Y es responsabilidad nuestra, como ciudadanos. Los de la RAE solo se dedican a hacerse eco del uso que le damos a la lengua, pero es nuestra responsabilidad inventarnos las palabras. Podemos hacerlo, ¿por qué no? Así que lanzo una pregunta, ¿cómo llamáis a una pareja que viven juntos pero no están casados?
Ahá. Novios diréis unos, pero novios es una relación formal sin convivencia; pareja de hecho diréis otros, tampoco me vale porque es una palabra compuesta y no dice mucho porque puedes no haber formalizado ningún papel; y marido y mujer no me convence porque es la que se suele dar a los casados – ya sea por lo civil o lo crimin… digo por la iglesia -. Así que, ¿cómo llamarlo? Nos podríamos acercar a los países nórdicos, más avanzados que nosotros en todo, tanto que yo diría que ellos ya llegaron al 2116 y nosotros vamos con un siglo de retraso. Ellos llaman a estas parejas «Sambo» o «Skambo» en algunos lugares, cosa que podríamos castellanizar con «Escambo». «Tú eres mi escambo», «Yo soy tu escamba». Pero volvemos a lo mismo: estamos creando una palabra derivada de otra extranjera. Poca imaginación.
Por lo tanto yo propongo una que se me ocurrió e hizo que mi coscupiela se carcajeara durante un rato. Oh, vaya, ya he hecho espóiler. Sí, propongo coscupiela/o como definición. Mirad qué bonito quedaría en el diccionario:
coscupielo,la.
1. m. y f. Persona que comparte domicilio y situación sentimental con otra sin haber firmado un papel legal
2. col. Persona que vive en pecao
Así pues, propongo desde la irrelevancia que me da este blog y las redes sociales el popularizar este término entre las parejas – que hay muchas – que hoy en día comparten piso y situación sentimental y no han firmado ningún papel legal que las confirme como pareja ante los dioses y el estado. Coscupielo no tiene ningún origen etimológico, está inventado de cualquier manera como podríamos todos si le echáramos imaginación a la hora de definir palabras. Como nuestros ancestros de milenios más allá. Es más, si buscáis en Google, hasta que yo no le dí a publicar y éste indexó la página no existía ningún resultado. Hoy puede ser un pequeño paso para la generación de palabras aleatorias que definen situaciones que nadie había definido antes. Suena como castellano y al cabo de unos años en los que se haya normalizado la palabra, habremos enriquecido – entre todos – el diccionario. Qué bonito.
P.D: Gracias a Diego Alfonso hemos encontrado la palabra exacta que define lo que buscaba: concubina/o que proviene de concubinato que define exactamente lo que buscaba. Esto no anula el post, seguro que hay más términos sin una definición clara. Ahora deberé proponer coscupielo como sinónimo de concubino, que le he cogido cariño a la palabra. Igual pensaba en ella cuando se me ocurrió, porque ciertamente el coscu y el concu se asemejan. Ay, el subconsciente.
Me gusta! Abogo por la incorporación de coscupielo/a al diccionario!
¡Juntos podemos!
Amancebado, se llama
Por lo que pone la RAE de amancebado no implica que estén viviendo juntos. Una relación de amancebados puede ser perfectamente sin la convivencia si nos atenemos a la definición: http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=hfkuLCkrIDXX2m0d9We9
Yo me refiero explícitamente a tener una relación de casados sin haber firmado los papeles de matrimonio.
ya existe en la rae, se llama concubinato, aunque habría que ampliarlo a parejas homosexuales
http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=Khx9PO3GoDXX2GH94RA2
¡Por fin salió! ¡Muchísimas gracias! Concubina, exacto. Conocía la palabra, pero no sabía que estaba definida así en el diccionario. No busqué bien, pero esperaba que alguien me propusiera precisamente la palabra que buscaba. Así que tendré que poner a coscupielo como propuesta de sinónimo :P
Acá en argentina se dice enyuntados y viene de las mulas, bueyes, etc., atadas y tirando juntas del carro… «La yunta de buyes, van enyununtadas…», saludos desde el país de Maradona, Messi y mío, jajaja!!!