Noticias locas (XVIII)

¡Muy buenas! ¡Bienvenidos de nuevo! Cuanto tiempo, ¿verdad? Bueno, como algunos sabréis, estoy dedicándome a escribir una novela en mis pocos ratos libres – además del trabajo y, bueno, ejem, el Zelda – y el blog ha estado un poquito abandonado. ¡Mis más sinceras disculpas a aquellos seguidores que entran de vez en cuando a ver si hay algo nuevo! Me he propuesto volver y además de seguir un ritmo de escritura, iré aparcando huecos para darle vidilla a este blog. Para ello hoy vuelvo con las noticias locas en su formato antiguo: ¡recopilatorio en pildoritas! ¡Un párrafo por noticia sin visos de clickbait! ¡Soy un loco soñador creando en un Internet lleno de cebos que solo llevan hacia la basura! Así que vamos allá, sin más dilación, a por las noticias que menos os van a importar; pero las que espero que os hagan reír. Ya aviso que casi todas son sexuales o escatológicas. Es lo que tiene.

Un japonés muere aplastado por toneladas de revistas porno. Para que luego digan que la paja no pesa. Por lo visto un señor de 50 años tenía tantas revistas porno en un altillo que no entendió que la física no perdona y el peso se lo llevó por delante. El cadáver no lo encontraron hasta seis meses después cuando el propietario del piso fue a reclamar alguna facturilla y se dio cuenta de que olía a fiambre. Los encargados de limpiar el piso declararon muy afectados por la mala sensación que tuvieron cuando cogieron las revistas y empezaron a crujir las páginas. Un drama.

Una empresa de vibradores debe pagar millones de indemnización por hacer seguimiento a sus usuarias. Con esto del internet de las cosas hasta para masturbarse va a estar todo el mundo vigilado. Resulta que el vibrador que vendía esta empresa se conectaba a una aplicación con la que podías manejar todas sus funciones. Así podías darle un susto a tu novia poniéndole vibración al máximo en plena cena de empresa, por ejemplo. El tema es que esta aplicación estaba conectada a internet y la empresa recolectaba el uso que se le daba, así que podía saber como de cochinote eras y qué ideas locas tenías. Esto lo han descubierto, a la gente no le ha hecho gracia tener sus hábitos sexuales en la nube y le ha caído una demanda que se han cagado. Igual un día sabrán también si ese móvil huele raro porque le estáis dando un uso especial a la vibración: ojo con eso.

Se tira un pedo en una cirugía láser y el quirófano sale ardiendo. En un hospital de Tokyo han hecho una investigación de las causas de un incendio en un quirófano. Una mujer sufrió graves quemaduras al incendiarse la sábana mientras le operaban el útero con láser. Al parecer soltó un cuesco de tal potencia que al tocar con el láser soltó una llamarada que peinó a todos los cirujanos allí presentes. Algunos aprovecharon para hacerse unos choricillos, mientras la pobre mujer se chamuscaba en su hedor. Ya sabéis, si os vais a operar alguna vez con láser no comáis fabada ese día.

Un señor de 65 años acude al hospital con un aro en el pene y se lo tienen que sacar con una miniradial. Este titular tiene un poquito de mala leche: una miniradial. El hombre se colocó una arandela en la base del pene, llevaba 48 horas empalmado y estaba preocupado porque ya había tirado siete jarrones de su casa. Cuando llegó al hospital decidieron llamar a los bomberos para que le sacaran ese aro incrustado que le estaba estrangulando el pene. No debía de ser una arandela gigante cuando trajeron una miniradial y es que leído así uno se imagina una radial como de Playmobil. La cara que pondrían esos bomberos mientras sostenían con dos deditos la miniradial para liberar a aquel hombre debía de ser de foto. Los bomberos consiguieron sacarle el aro y hubo final feliz. Feliz porque no tuvieron que cortarle el pene, no el final feliz que buscaba el pobre hombre; claro. Que los bomberos no están para eso, marranas.

Y hasta aquí las noticias locas de hoy. Próximamente más en sus pantallas. Otra cosa no, pero en Internet jamás faltarán este tipo de noticias. Es más, hasta los diarios que dicen ser serios las publican a menudo y en portada. ¡Me están haciendo intrusismo! ¡Tendré que hacer un blog serio en contraposición!