Pillan a un ladrón por hacerse un «selfie» en la casa donde robó
Selfie es la palabra de moda del año. Selfie para aquí, selfie para allá. Ahora ya nadie se hace autofotos, se hace selfies. Una palabra muy usada en Twitter y que ha sido acuñada masivamente por la población a partir de la famosa foto de los Óscars de Ellen DeGeneres. Selfie es la definición del ego más pura. Nos hacemos fotos a nosotros mismos porque nos gustamos y queremos mostrarnos al mundo. O puede que porque simplemente los selfies son mucho más fáciles desde que pusieron cámaras frontales en los móviles. Pero quedémonos con ese concepto en la mente porque la noticia que tenemos hoy, digna de una sección especial llamada «Ladrones oligofrénicos« o «Manolete, si no sabes torear pá qué te metes», tiene que ver mucho con el ego.
Un chaval de 25 años, llamado Ashley Keast o Ashley «K ase« para los amigos, decidió una mañana en la que se quedó sin sus lacasitos de flipar colores que iba a robar una casa. Y la cosa le fue bastante bien para ser una persona con medio dedo de frente. Irrumpió en la casa vacía y se llevó por la patilla 27000 dólares. El ornitorrinco con sombrero de la redacción, gracias a sus dotes detectivescas, nos ha pasado una nota indicándonos que por lo que parece la casa era de un barrio rico. O de alguien que no confía mucho en los bancos, apostillamos.
No contento con eso decidió que su logro debía de quedar enmarcado para la posteridad, así que ni corto ni perezoso se hizo una foto en el lugar de los hechos. «Eh, mirad nenas lo k ase el Ashli pa toas vosotras reshulikas!» y se hizo la foto con el móvil del hombre robado. Pero aún así no se quedó tranquilo, además le mandó la foto a los amigos de la víctima. Solo le faltaba incluir con la foto su carnet de identidad, su huella dactilar, el grupo sanguíneo y la medida del pene. Aunque no descartamos que después del selfie viniera un pollelfie. Que todo puede ser.
Evidentemente tras enviar la foto a los amigos de la víctima, éstos le denunciaron y la policía lo detuvo en un santiamén. Ha sido condenado a dos años y ocho meses de cárcel; y a toda una vida de escarnio público. Estos ladrones de hoy en día ya no son como los de antes. Pero porque les daba vergüenza revelar el carrete en la tienda, no os vayáis a pensar.
Gracias a Patri por el link a la noticia original.
Es lo que tiene ser ladrón de camiseta imperio (ya no quedan ladrones como antes, con guantes y eso….)
Jajajaja, hacía tiempo no me pasabe, Morri, y has vuelto a sacarme una sonrisa.
Estos ladrones de hoy en día…