De cuando tu novia elige una película que a ti no te gusta y viceversa

No quería ver esa peli y decidió ir a joder

No quería ver esa peli y decidió ir a joder

Pasa muy a menudo, una cosa es tener pareja y una afinidad a prueba de bombas; y otra muy distinta es que a los dos os gusten el mismo tipo de películas. Tú te desvives por ver la última comedia romántica de Rachel McAdams y ella Mercenarios 5; o al revés, que también ocurre. Así que al final muchas parejas llegan a un acuerdo: hoy eliges tú, pero el próximo día elijo yo. Y ahora elige una peli mala si tienes huevos.

Es una forma de vivir bajo presión, cada elección se convierte en un infierno. Te has de leer treinta mil críticas en IMDB, pasearte por los comentarios en Twitter, evitar los spoilers, escudriñar cada valoración y decidir si finalmente esa peli que tenías tantas ganas de ver vale la pena. Uno, porque si es mala te lo echarán en cara; y dos, y más importante, la próxima no la eliges tú y seguro que elige una que no te guste nada. Pero nada. En plan Crepúsculo 7, el retorno del vampiro purpurinesco tras el divorcio de sangre.

Porque eso es lo que termina pasando, no ya es que se elija una película que guste a uno más que a otro; es elegir una película que tú ames y ella odie. Una especie de selección de pelis en base a cuanto putearás al otro. No es país este de consensos.

El colmo llega cuando tú eliges un largometraje que no te gusta ni a ti. Has desaprovechado tu oportunidad. Te toca elegir y vas y escoges Jurassic World. ¿Quién te iba a decir a ti que tras dos secuelas desastrosas una tercera iba a ser mejor? Pues mala suerte, chato. La próxima te vas a hartar a llorar; y si la película no te toca la patata, te pondrán una cebolla. Pero llorarás. Vaya si llorarás.

Lo peor es que una decisión así te puede perseguir toda la vida. Se usará constantemente como argumento final para acabar cualquier discusión cinéfila: «Sí, sí, lo que tú digas, pero tú quisiste ver Jurassic World». Y de nada te servirá elegir buenas películas una tras otra, hubo un día que elegiste mal y pasará a la historia.

Así pues, bajo las luz de la pantalla del cine podréis observar múltiples codazos, comentarios y chascarrillos entre parejas criticándose el uno al otro por la mala selección. Miradlos, no se dan arrumacos ni besos ni siquiera un ligero roce eréctil; se lanzan cuchillos con los ojos por la mala selección peliculil. Menudo drama.

1 respuesta

  1. 24/08/2016

    […] A un amigo le entregaron las palomitas a mano armada. No os digo más. Pero luego la gente no va al cine. Está en crisis. Uy qué drama. Las salas cierran, oh vaya. La culpa es del pirateo, que preferís […]

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