El mundo del póker

Si leéis el blog desde hace tiempo conoceréis mi querencia por inaugurar secciones. Es el síndrome del Príncipe, me dan una cinta y una tijera y allá que voy a inaugurar. Así pues, empezamos hoy la nueva sección llamada «Juegos de cartas» enmarcada en la sección de juegos de mesa en la que os hablaré de este tipo de divertimentos. Y cómo no, para empezar hablando de cartas, hay que empezar con el póker. El absoluto rey del género.

Los camaleones no lo pasan muy bien jugando al póker

Los camaleones no lo pasan muy bien jugando al póker

La mayoría de la gente profana en el género cree que el póker es el llamado «póker tapado». Te dan cinco cartas, descartas las que no te gustan, te vuelven a dar cartas y practicas la cara que le ponías a tu madre cuando llegabas perjudicado un sábado por la noche. «¿Bebido yo? Nogghhh» Y corrías al lavabo. Pero con la salvedad de que aquí estás disimulando una escalera real, tienes a unos cuantos expertos delante en el arte de detectar caras y has apostado dinero. Por lo tanto, no les digas que la cena te ha sentado mal. No cuela. Así pues, aunque hay más géneros en el mundo del póker como el conocido Texas Hold’Em que popularizó la película Casino Royale, en este post hablaremos del clásico. Del póker que le viene a la mente a todo el mundo cuando hablamos de él: del clásico cinematográfico de timba bajo una luz tenue en un garito clandestino.

Aunque hoy en día el póker no es así, no deja de tener cierto encanto ese ambiente de los años 20 en la que unos gangsters de guante blanco se jugaban el dinero a cara descubierta. Me viene a la mente uno de los últimos capítulos de Boardwalk Empire, donde Arnold Rothstein pretende conocer mejor a Nucky Thompson estudiando cómo juega al póker. Porque según él, «sólo se conoce a una persona de verdad, cuando has jugado a las cartas contra él». Suerte que no le dijo que solo se conocía de verdad a un hombre jugando al juego de la galleta. A Dios gracias.

Hay una máxima que debéis tener en cuenta, eso sí, si decidís jugar al póker. No se juega con alubias y garbanzos. A no ser que no tengáis fichas y no tengáis otra manera de definir los miles de euros que os estáis jugando. En plan cada alubia vale 500 euros y cosas así. Porque al póker se juega con dinero contante y sonante. Sino no tiene gracia. Es como si jugaras al teto vestido. O a una videoconsola sin mando. O a ser presidente del Gobierno sin saber inglés. No tiene sentido.

Esto hace que haya gente que sea capaz de dedicarse al póker como método de vida. Y no porque monte un casino o una web como esta, sino como jugador profesional. Que los hay, lo juro. Yo conocí una vez a una chica que me explicó que su padre vivía del póker. Y no vivía mal. Debía de ser una persona con mucha suerte a la hora de recibir las cartas y aunque no lo conocí en persona me lo imagino como Ben Affleck. Imperturbable. La misma cara todo el tiempo. Pase lo que pase. De manera que podían creer que iba de farol con un repóker del copón en la mano. Ben Affleck, en serio, pasa de lo de Batman y tira por el juego de cartas. Lo petarías.

Parece una tontería, pero es muy importante saber detectar una «poker face», que de ahí viene el nombre y Lady Gaga, para poder ganar en este juego. Hasta tal punto que yo creo que la mayoría de los mejores interrogadores de la policía son grandes jugadores de póker. No les cuelan ni una. Por mucho que eches todo el cuerpo encima de la mesa para arrastrar toneladas de fichas como un loco: «Me lo juego tooodo, ¡vaya mano tengo!» De farol de Alejandría, oiga.

Lo único que le encuentro al póker es que su baraja no tiene el carisma de la baraja española. Ese huevo frito, esa sota de bastos… Le falta ese aquel que tiene la baraja española que no tienen las demás. Aunque, todo hay que decirlo, el glamour de una escalera de color no es el mismo que el de un 7 y medio o un cinquillo perfecto. Todo hay que decirlo. Además para más glamour, el póker de competición se está llenando últimamente de famosos como por ejemplo Piqué. Famoso por ser defensa del Barça, disfrutar de los encantos de Shakira y ahora por ser experto jugador de este juego. Dinero para apostar no le va a faltar.

Hay que reconocer que el póker no es un juego fácil. Dependes de muchos factores, como de la suerte; y también de tu cara y de tus santos bemoles para apostar cuando te vienen mal dadas. Sin embargo, convendréis conmigo en que a la mayoría de vosotros lo que os gustaría de verdad es una timba de póker, digamos, distinta. Una de strip poker. Con Piqué y Shakira. Hay para todos los gustos.

5 Respuestas

  1. Patri O. dice:

    Yo de todo esto me quedo con lo del juego de la galleta. ¿Me explicas lo que es o mejor me mantengo en la ignorancia?

  2. morri dice:

    Quizá hubieras preferido permanecer en la ignorancia, pero yo te lo resumo: es como un bukkakke pero en vez de una tía con la boca abierta hay una pobre galleta que no sabía donde se metía. Y el último se la come.

    El primer post en el que mencioné esto era aquí https://elmundoestaloco.com/2007/01/cosas-absurdas-del-sexo-que-se-aprenden-en-internet-2/
    Y aquí una explicación más larga http://www.cremademono.com/2008/01/28/el-juego-de-la-galleta/

    De nada :P

  3. Nicole Kidman también debe ser una gran jugadora, no?

  1. 07/10/2013

    Información Bitacoras.com…

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