Pagar lavando los platos


«Me los vas a lavar con la lengua, ¡ladrón!»

Con esto de la crisis… Esta frase es algo habitual de nuestras vidas últimamente. Empezar con un «con esto de la crisis» baja diez puntos en el ranking de personas que no usan frases resobadas para empezar un texto. Qué se le va a hacer. Bien, con esto de la recesión, desaceleración acelerada o cabronada de los ricos quien más quien menos ha pensado alguna vez en hacer un sinpa en un restaurante. Lo normal, cuando no se tiene dinero, sería no ir; pero como nos cuesta abandonar nuestro nivel de vida vamos al restaurante y pensamos: «¿Y si saliéramos corriendo sin pagar?» Pero normalmente la gente no lo hace por vergüenza. Por convicciones morales no será.


Pero si alguien lo intenta y pretende salir del restaurante en cuestión sin pagar un duro y con un tupper bajo el brazo puede ser pillado. Y si lo es le tocará pagar lavando los platos. ¿O no? Por lo menos es lo que yo aprendí mientras leía cómics. No tienes dinero, pagas lavando los platos. ¿Hasta qué punto es eso real? ¿Puedo ir yo a un restaurante con mi nana y mi botecito de Mistol y pegarme la mariscada padre?


Son dudas que me asaltan porque si es así a lo mejor vale la pena. El problema es que cuando uno leía esos cómics en los que los morosos pagaban en lavados, cuando llegaban al fregadero estaba a tope de platos. Salían por todos lados: bandejas, platos, vasos, jarras, ratones que se habían hecho una mansión allí… ¿Qué pasa que mientras todo el mundo paga no hay nadie que lave allí? ¿Ponen de nuevo los platos sucios para que la gente coma? ¿O es que tienen una vajilla sacada del bolsillo de Doraemon que no tenía fin? Porque si no lavan llegará un día en el que servirán a la gente en platos de plástico. Imaginaos eso en El Bulli. Viene el camarero con su tortilla deconstruida en un platito de plástico; y el vino reserva en un vaso del Mercadona. «Ay cariño, qué cool es todo, es como cuando íbamos al campo los domingos».


No creo que sea así la cosa, porque si no, ¿de dónde sale tanto plato? ¿Hay un pinche de cocina que cuando se enteran de que alguien no ha pagado se dedica a ensuciar la vajilla entera solo por putear? Quién sabe. Lo suyo sería probarlo. Ir a un restaurante y cuando vayas a la caja a pagar preguntas: «¿Dónde está el fregadero? Vengo preparado para lavarlo todo». Y tan anchos. Lo malo es que eso se convirtiera en costumbre nacional. Que ya se sabe como es la picaresca. Al final estaría la cocina llena de gente fregando platos y se dividirían tanto el trabajo que al final cada uno se lavaría lo suyo y a comer gratis. A ver cuántos restaurantes aguantarían abiertos trabajando así.


Por desgracia parece ser que la cosa no es así de sencilla. Si no llegaríamos al extremo de llevar la comida comprada del súper al restaurante y le pedimos al chef que nos la cocine. «Caliénteme esto en el microondas maestro, que ya se lo lavo yo después». No es plan. La cuestión es que si en los restaurantes aumentan de verdad el número de sinpas, ¿tendrán que adaptar esta costumbre tan comiquera para castigar a los clientes listillos? ¿O tendrán un segurata en la puerta que pedirá el tíquet? ¿Serán los platos de plástico el no va más en los restaurantes modernos? Preguntas, y más preguntas…

3 Respuestas

  1. lopillas dice:

    Y si empieza el texto con Dª Crisis…? Ya te vale. Haberlo dicho antes, Saludito

  2. morri dice:

    lopillas: Ese aún se salva :P

  1. 08/11/2012

    […] a disfrutar de unos maravillosos manjares en buena compañía. Había ido varias veces a aquel restaurante y todo parecía la mar de normal. Pedí una pizza, ingenuo de mí, pensando que no me haría daño […]

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