Los puestecillos del paseo y los peluches de la tómbola


Los domingos por la tarde son horas que se han convertido en convenio universal del paseo. Cuando a alguien se le ocurre preguntar en verano, ¿a dónde vamos esta tarde? Siempre contesta alguien: «¿Qué día es hoy? Domingo, ¿no? Pues a pasear». A pasear indiscriminadamente. A paso de tortuga junto a tu pareja o a tus amigos decides dar una vuelta por el paseo del mar en un acto que se asemeja más a un acto de presencia dominical parecido al antiguamente conocido como ir a misa.


Ves a la gente pasear con ese amodorramiento y ese ritmo que parece que de un momento a otro se vayan a desmayar. Yo creo que realmente soy yo que debo de tener resaca todos los domingos y los veo caminar como si fuesen a cámara lenta. El paseo del mar de mi pueblo es de por sí bastante estrecho, no es mundialmente conocido como el mayor boulevard del mundo. Pero en verano consiguen reducirlo a su mínima expresión gracias a los puestecillos hippies que en él se sitúan. Como si de una hilera de tren se tratara, las minitiendas de cosas inútiles pueblan el paseo de forma que lo hacen impracticable. Podría convertirse en una nueva prueba de Humor Amarillo: Esquiva a la manada de domingueros.


Lo mejor son esas parejas paseando. Van de la mano cogiditos mirando el infinito y casi sin dirigirse la palabra. Parece mentira que sean novios, así a simple vista dirías que se llevan de culo. De repente las dos manos se tensan como si de un resorte se tratara. (Modo documental National Geographic) «Es la hembra del dominguerus barcelonicus que tira del brazo del macho. Oooh, ¡qué lucha encarnizada por alcanzar el puestecillo de pulseras de colorines!» Y como si de un esfuerzo titánico se tratase las dos manos se van separando poco a poco hasta que ella alcanza el puesto gritando «vivaaa» después de chocarse contra siete niños y dos abuelas en andador. El macho dominguerus mira al cielo cagándose en la madre que parió a su novia: «Otra vez a mirar las putas pulseritas, ¡si no te vas a comprar ninguna!« Seguidamente ella busca urgentemente el puesto de las «negras-que-hacen-trenzas» que para eso se ha ido de vacaciones: para hacerse trenzas. Pero ese es otro tema.



Por si fuera poco, en fechas de fiesta mayor la cosa no se acaba aquí. La pareja dominguera ha de pasar por la feria. Ese lugar al que nadie va a montarse en nada sino a saludar. Es otro sitio en el que por convenio internacional se va a hacer acto de presencia. «Vamos a dar una vuelta por la feria» Como si hubiera algo distinto a lo que hay cada año… En fin, que cuando se acercan a la zona de la tómbola hay un chico sudoroso que se acerca y les da un par de papelitos. «Aish, a ver si hay suerte y nos toca algo» «Qué va a tocar ni tocar, lela, que eres una lela» dice el macho. Total, que abren la papeleta y oooh, ¿qué ven?


«Entregando en taquilla esta papeleta junto A 20 EUROS tendrás un peluche GRATIS» Ojo, un peluche gratis por 20 euros. Más faltaría. Si es que están de un generoso estos tomboleros. Las mujeres, no se sabe por qué, tienen una tendencia natural al pelucheo. Les encantan los peluches, yo conocí a una chica que ojo, para acostarse en su cama tenía que quitar todos y cada uno de los peluches de forma cuidadosa, y para volver a hacer la cama había que ponerlos todos y atención, ¡bien colocados! Solo le faltaba pedir que pusiera a la rana Gustavo mirando a la Meca que se había convertido.


En fin, que como buen macho dominguerus tienen que jugar en la tómbola o disparar a cuatro bolas sueltas para conseguir algún peluche. Pero es que no regalan peluches normales, no. Regalan peluches gigantes, osos a tamaño natural. Qué dices, por favor, que lo devuelvan al bosque ya, que su familia lo tiene que estar echando de menos. Pero no, lo pasean toda la noche en brazos intentando no tropezarse con nada del suelo, tarea harto complicada, todo sea dicho. Lo pasean además, para demostrar que son unos triunfadores. Ves al macho mirar altivamente como diciendo: «Mirad como cuido a mi novia, peaaazo peluche que le he conseguío, soy el puto amo» Mientras la hembra dominguericus lucha contra el sudor, los ácaros y las piedras del suelo por ese magnífico peluche XXL. Que no sabes si ella lleva el peluche o es al revés. «Arf, arf, cariño, ¿y si nos vamos a casa?»


Pero ya me dirás tú como consiguen pasar el peluche por la puerta de la casa. Se han dado casos de gente llegando de la feria y llamando a los bomberos para colocar al bicho peludo en la casa. «¡Tranquilos vecinos, no hay que evacuar, ¡es solo un peluche que le he ganao a mi novia en la feria, juaas, ¡soy el amo!» Que al final se han de salir de casa para que entre el peluche. El otro día fui de visita a casa de unos conocidos y vi una puerta cerrada a cal y canto. Digo, ¿y eso? Y me dicen, nada, es la habitación del peluche, no abras que tiene muy malas pulgas y se enfada mucho si lo molestan. No dije ni pío.


Así que ya sabéis, si entráis en alguna casa y tienen alguna puerta cerrada sin abrir, ya sabéis porque es. Tienen el peluche de la tómbola escondido esperando su momento para salir y dominar el mundo…

8 Respuestas

  1. Atenea o Minerva dice:

    De verdad que son rídiculas las cosas que hacemos en Domingo (que prefiero llamar DORMINGO) aquí la costumbre es ir casi en pánico al súper, bueno, la típica ama de casa avienta gente sin ton ni son…

    Lo odio.

    Saludos desde el dilema.

  2. whatsername dice:

    Por casualidad aparezco por estos lares. En el post en el que caí fue en el de los nicks y tienes toda la razón. A mí me van este tipo de comentarios que son como la vida misma xDD. He leído en el que ahora estoy comentándote, y la verdad, es un tipo de crítica que me produce una sonrisa al verla. Así queeee… voy a ir metiéndote en favoritos y suscribir a tu blog, además de linkearte en mi pocovisitado blog xD.
    Y que no quede por decir que la encuesta es genial xDD.
    Yo me encuentro pelos, minas del portaminas de otras veces que intento sacar la mierda xDD, trozos de patatas fritas, pelusas y quién sabe qué engendros más… xDD.

    Un saludo.
    Paloma.

  3. maerbale dice:

    si es que te quejas de vicio…yo echo de menos las aburridas tardes de domingo en las que darme un paseíto era mi única preocupación…ahora con esto de trabajar en verano, a mí me toca aguantar a esas parejitas indecisas que no saben qué tomar y te tienen media hora esperando con una sonrisita artificial en la cara para dar buena imagen. ains…

  4. wise dice:

    Los puestecicos y los temibles osos gigantes no son más que una prueba más de que los domingos-muermazo es el peor día de la semana, al menos para mí. A alguien le dolerá esto , pero, viva el lunes. Sí sí, habéis leído bien. ^^

  5. morri dice:

    Atenea o Minerva: O quien quiera que seas. Aquí es que el súper suele estar cerrado el domingo, y el día del súper es el sábado. Día en el que comprar se convierte en una hora de cola inevitable.

    Whatsername: Muchas gracias por todo :)

    Maerbale: Yo es que es el primer verano con findes libres y me da tiempo a fijarme en estas cosas domingueras :P Pero no me quejo, sólo me río de ello jajaja

    Wise: :O ¡El lunes! Yo que esta mañana mientras iba al trabajo estaba pensando, qué mierda de lunes. El domingo será muermazo, pero al menos no hay que ir a currar. Afu.

  6. SORCK dice:

    Morri gracias por hacerme reir con tus post, mencanta tu forma de criticar las cosas con humor! Los unicos que no me han gustao son los de los examenes que hablas sobre la uni, mas acojonao un poco ya que el proximo año voy paya per bueno me voy haciendo el cuerpo jaja Un saludo sigue asi!!

  7. MuSa dice:

    Pues chico, que quieres que te diga, a mi los puestecitos me chiflan!! A veces encuentras cosas increiblemente inútiles y sorprendentes. Por el contrario, los peluches son unos petardos, ocupan sitio, albergan ácaros, y no sirven absolutamente para nada. Y me apena toda esa gente que cubre su edredón con docenas de peluches de todos los tipos, formas y colores. Que mas que una cama parece un santuario! (Seguro que por la noche en vez de desmontar la exposición cojen una manta y duermen en el suelo, por no molestar a los muñecajos) He hablado!

    Un abrazo de Musa

  1. 01/05/2017

    […] hubiera pequeños seres liliputienses que usaran mi ombligo como uno de esos aparatos que hay en la feria para hacer algodón de azúcar. Me imagino a los pequeños seres entregando con un palo ese sabroso […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.